Plastiquillos de tranchete: "Yo quiero ser una tortuga"

lunes, 26 de febrero de 2007

"Yo quiero ser una tortuga"


De hecho, casi lo soy. Más que ellos, seguro. Tenía un cubo coño, aún lo tengo, azul y como de basura. Pues dentro se guardan Leonardo, Donnatelo y Raphael (la que falta no, que nunca me gustó su garbo); y no una de cada, sino varias. Tenía incluso, vuelvo a aclarar que tengo, una con caparazón aquejado de gigantismo pues bajo la concha guardaba lo necesario para convertirse en tortuga a secas. Aquel bicho te permitía comenzar el juego como reptil y ante tus ojos tornarse erecta, ninja, mutante y adolescente. Por eso me jode ser una puta rata. ¿Cuándo se ha llegado a esta decisión? ¿Es que soy el tonto del piso?

Analicémoslo. Vale, las manos de M tienen calificación de armas blancas ante la ley. Bueno, pero se acabó. Ya, T ha sido criado cerca de Gringots y demás derivaciones genéticas surgidas de la ría; pero su relación con el fenómeno mutante se queda ahí. Más razón tiene A, eso sí. Su cuarto sigue demostrando, y seguirá haciéndolo, que A tiene 16 años. Pero bueno, estamos siendo científicos, y la clasificación más acertada me parece la de abuelescente (él la acuñó, el se la jama). Yo soy la tortuga perfecta. Puedo, o podía hasta hace poco, soltar un kiai que se caga la perra, aún lo hago mientras duermo. Soy peligroso, lo que pasa es que llegado a cierto nivel uno no debe usar sus armas a la ligera. ¿Adolescente? Por favor, si lloro con los anuncios de la ONCE: ¿qué otra cosa muestra de forma más clara un desajuste hormonal? Y bueno, lo último. Bueno. Nací sin cadera, coño. Y medio ciego, joder. Y miradme ahora, no he mejorado. Y sin embargo, soy una puta rata. En serio, a dónde vamos a ir a parar. Pues a M encarnando a Leonardo; A como la innombrable que nunca me gustó; y, lo que es peor, T como Donnatelo. ¿Pero qué coño es esto? Pero si yo soy Donnatelo, igual que soy un estegosaurio, un ewok o Robert Wyatt. Por favor, de toda la vida. T, ¿a quién quieres engañar? Yo he inventado cosas, ¡yo!

Pero claro, hay casos especiales. Observemos a C. Vale, lo acepto. Él es Raphael, sin duda. Y también es cierto, no reúne ninguna característica de las anteriores. Pero es que lo ves, lo escuchas, lo hueles… Y es Raphael. Sin embargo es un caso aparte. Él nació para llevar una cinta roja. Yo no para tener bigote. Yo tengo barba, densa y prieta joder. Bueno, vale, la rata de los huevos tiene un color de pelo similar: así, un poco indefinido (en Suramérica me han llamado rubio, en el norte de España marrón guarro, y en Sevilla el otro día un gay de 55 años me preguntó cuando me iba a decidir por un color de barba: rojo, joder, ¡rojo!). Y vale, también cuido de los pobres individuos con los que cohabito, y soy lo más parecido a una madre que les ve en calzoncillos cada mañana. Pero eso no tiene nada que ver. Me da igual.

Yo quiero ser una tortuga. No una puta rata. Si ellos tienen caparazón, por qué yo no. ¿Qué derecho tienen? Al carajo. Si conozco a alguien que se parezca a una tortuga no son ellos sino el bueno de Bokas. Joder.

6 comentarios:

Leonardo dijo...

sabes bien que siempre serás una tortuga en mi corazón. wo wo wo... por cierto, tengo rollo para escribir un post sobre la única mascota que he tenido en mi infancia, que por cierto, fue una tortuga. gran historia...

Splinter dijo...

Como me ponga yo a escribir de mascotas. El perro que tenía con 1 año mi madre lo sacó de casa cuando me vió gatear hasta el plato de agua del perro para acallar mi sed. Y no digo nada de cuando le daba a lamer de mi chupete.
El pescado naranja de la feria que tuve murió hervido una mañana de agosto en el salón de mi casa de Sevilla.
El pajaro que con 6 años recogí de la calle malherido, se lo llevó su mamápájaro cuando vino a bucarlo por la ventana. Eso me dijo mi madre.

Anónimo dijo...

Gracias paco, no soy verde pero soy jamagoso, y aveces tengo caparazón, y aúnque tengo miedo al agua me gustan las cloacas.
Me niego a ser la periodista con chubasquero amarillo pero sigo siendo un plastiquillodetranchete, ya lo veréis.

Por cierto recordad que os falta algo en este blog, alguien que abraze.

Yo sólo abrazo

Anónimo dijo...

una vez me compre un pez un jueves por la tarde y el viernes por la mañana murio de sobredosis...

el verdugo B.M. (creo que ya sabeis a quien me refiero no?)

Anónimo dijo...

Eres la rata mas maja que conozco.

Donnatello dijo...

si quieres decimos que fuiste tortuga en el pasado y que luego terminaste convirtiéndote en rata

Powered By Blogger