Y es que entiendo (por supuesto) y comparto (no sin pena), que es TRISTE que toda comunicación esté limitada por la palabra, por el gesto, por el beso. Cosas que odio tanto como tu casa, como tus ojos, como tu perro.
Sigo sin verte nítido. Aclárame las gafas pero no me toques la carita. Y alejáte de mí, bicho con patas. Yo me voy al CINE: Gloria benditA. Esta noche peli francesa, de esas que hablan y hablan, y al final no dicen nada---------------o quizá si...----------------------ah!!!-----------------------------------Y si quieres decir algo, a mí no me lo digas.
jOdEr! QuE nO tE oIgO! jOdEr! QuE no tE vEo! Dame un beso... Creo que caigo, y es que suelo duermo suelo. Y me levanto con sobresaltos, de MIEDO desde el suelo, sin saber que allá a lo LEJOS------ (más! mucho más lejos!-----) me mira desde lo alto, el cielo, puto cielo.
Mucho antes de crecer, antes de descubrir este misterio a voces, miro y pienso que lo oscuro, la gente que me rodea, es tan cierta como tu casa, como tus ojos y huele tan mal como tu perro. Pero no, ahora crecido y bien comido, pienso que lo oscuro, el brazo que me rodea, es tan falso como tu casa, como tus ojos y el olor a rosas de tu perro.
-----Y de hecho el cielo llora... Llueve, quiero decir-----